lunes, 4 de mayo de 2009

El hombre virtuoso


Sherlock Holmes era un “aficionado” a la cocaína. La consumía sólo cuando su mente no estaba distraída en algún caso o alguna deducción. En esos momentos sus brillantes cualidades dejaban de ser a su vista algo maravilloso para convertirse en un tormento. Es como quien posee una moto estupenda pero no puede conducirla y se ve obligado a admirarla en el garaje imaginando la sensación del viento en la cara, el rugir del motor o la aceleración cuando uno aprieta el puño. La única forma de olvidar las cosas que nos gustan o nos preocupan cuando no podemos hacer nada por remediarlo es “atontando” o “aplastando” esa sensación.

Muchos grandes hombres y personalidades en la historia han sido reconocidos “viciosos” y otros que la historia recuerda como monstruos fueron (respecto al “vicio”) hombres “virtuosos”. No es de pretender que la gente se convierta, por esta afirmación, en drogadicta, alcohólica o ludópata, pero la idea de la virtud, de la inflexibilidad respecto a los “pequeños placeres” que esporádicamente uno pudiera otorgarse, vuelven a la persona más intolerante respecto a los demás. Quien se jacta de no tener ningún pequeño “vicio”, ningún “defecto” (con cierta mesura) que lo haga ser “humano” se muestra intransigente con lo que él considera “vicio” entre los demás y a sí mismo se ve “virtuoso” (lo que constituye el defecto!).

Es cierto que hay “vicios” más difíciles de controlar y en los que uno no debiera jamás adentrarse y debiera escuchar la terrible experiencia de quienes lo han hecho. Sin embargo a mi entender la “virtud” no es carecer de “vicios”; es más bien ser consciente de que uno debe aprender a controlarlos y a no ponerlos nunca sobre las cosas que lo hacen verdaderamente feliz. Quien es capaz de lograr esto último posee sin duda una mayor fortaleza moral y equilibrio que quien los rechaza sistemáticamente y huye de ellos o los reprime bajo una falsa idea de moralidad

1 comentario:

Irilien dijo...

jmmm la virtud pende de un hilo muy fino, tan fino como el escalpelo con el k diseccionas las ideas XD. En la moderación está la virtud dicen, y cada don, capacidad o característica de la personalidad tiene su cara y su cruz. Me gustó el procedimiento doctor XDDD