miércoles, 14 de mayo de 2008

¡Ponganse a salvo!


Las obras de arte que se exponen en las grandes pinacotecas de todo el mundo son objetos de culto, pero no son objetos de verdadero deleite artístico. No pueden serlo, porque como media un visitante del museo pasa delante de cada obra una media de 1'7 segundos. Además, en los grandes museos como el Louvre, lienzos como la Monalisa se convierten en iconos que eclipsan a las inumerables obras maestras que se exhiben en él.

No, el arte en los museos escapa de su contexto, y está tan condensado que es como si uno tratase de escuchar cien obras maestras de la música clásica a la vez. Uno acaba tan saturado que termina por perder el gusto y el sentido por lo que observa sin que realmente nada llegue a tocarle verdaderamente.

Un cuadro de Felipe IV de Velazquez, puede admirarse, puede valorarse, pero alcanza todo su sentido colgando del lugar para el que fue creado: las estancias de un palacio. De la misma manera un cuadro religioso, una escultura clásica y todas las obras que se muestran, se tornan en el museo meros objetos históricos pero no verdadero arte. El arte crea otras sensaciones otros sentimientos.

Como un león enjaulado que sólo luce su apariencia, que no transmite el pavor que uno experimentaría si se encontrara con el de frente en mitad de la savanna; así es todo lo artificial que genera el ser humano. Todo vano, todo en lata, entre unos muros, encerrado en un cd, en el ordeador,...: la pintura, la danza, la música clásica,... cuando el verdadero despertar de los sentidos, la verdadera aventura se produce al embeberse y sumergirse y enfrentarse en carne y hueso a la cultura, a la naturaleza, a la realidad,... ¡Ponganse a salvo!

3 comentarios:

Osvaldo Drozd dijo...

Juanma, te metiste en un tema bastante complicado, pero que creo debiera desarrollarse más. A mi entender siguiendo muy de cerca de Walter Benjamín, considero que la obra de arte tocó a su fin en la era de la reproductibilidad técnica. Creo que la obra de arte abandonó su sitio esclerótico como pude ser el museo, para reventarse en mil pedazos estetizando lo social. Pero la proliferación estética puede resultar igual que la saturación que producen los mass media, es decir desinformando, una proliferación que hace que se pierdan ciertos valores. Hoy más que nunca estoy convencido que la principal lucha se da en el terreno de la estética, se trataría de emebellecer un poco más al mundo y no en el sentido común y burdo de la belleza, sino en una actitud también ética y principalmente embelleciendo los pensamientos que hoy dan la sensación de haberse afeado. Me gusta mucho esa consigna del título porque veo que es un llamado de suma urgencia.


Un abrazo desde la Argentina
Osval

Irilien dijo...

Eres un transcendental comprometido empedernido¡¡¡XD, me gustó mucho el post, en general creo k es como lo pintas, pero en particular no todo el mundo k va a un museo deja de apreciar la esencia de una obra o su dominio de la luz, del color, la precisión del trazo, y las más conocidas o mediatizadas no han de ser las k más te lleguen. Pero como una forma de k pueda llegar a todo el mundo tampoco vamos a demonizarlo no?:), desde luego k en el lugar para el k fueron creada sería mejor pero...¿si han sido encargos no pierde parte de la magia creativa per sé? por otro lado no creo k eso garantice k un mayor porcentaje lo apreciase más k akel k lo aprecia en un museo, kiza se centrase un poco más si acaso.
El ejemplo del león es genial, todo envasado, pero es k somos frágiles :), lo k más me asusta es lo de todo en serie kizá.
El arte siempre será arte, como expresión material de la espiritualidad y la transcendecia de lo material, y desde luego sí, una forma de llamar a esa faceta de la humanidad cada día más anestesiada.
Un saludo.

Juanma dijo...

Hola!

verdaderamente me ha encantado sobretodo la conversación que se ha generado en torno al post.

Agradeceros (aunque creo que más nos mueve el hecho de que mutuamente nos hagamos reflexionar en torno a los temas que cada uno tiene a bien plantear) el hecho de que os tomeis la molestia de participar.

Irilien, de verdad te recomiendo el blog de Osvaldo (conjeturas y elucubraciones) del cual puedes encontrar el link en esta página.

En cuanto a vuestros comentarios; sí, es cierto el mundo necesita embellecerse éticamente, porque todo (incluso a nivel internacional) parece estar afeado. En lo concerniente al arte, mi crítica hace referencia al hecho de que la cultura y las artes, incluso los pensamientos que en nuestros blogs se describen, habiten sólamente en ciertos espacios artificiales. La cultura y el arte, el pensamiento, debe salir a la calle, al encuentro de la gente, rellenar espacios que están exentos de esa belleza que otorgan las artes cuando materializan sentimientos y valores positivos.

Hago alusión al monumento a las víctimas del 11 de marzo en Madrid, en el cual uno es capaz de revolverse en una sensación que escapa a toda ideología o forma de pensamiento. El monumento en concreto se ubica en Atocha, donde todo sucedió. No me imagino, aunque pudiera ser igual de válido, ese monumento en Lisboa. Sin duda sería loable, pero no transmitiría lo mismo, ni los portugueses lo sentirían así.

El arte es parte de una identidad, es un reflejo de los principios de la sociedad. Está claro en un régimen autoritario cuáles son las manifestaciones artísticas: iconos del régimen, esculturas de la figura del líder,... Aquello que una sociedad produce, es el reflejo de aquello en lo que se fundamenta, de aquello a lo que da mayor importancia.

Por supuesto que no pretendo desestimar los espacios de arte o de cultura (repito que creo que estos blogs son parte de ellos); pero os invito a ir más allá de sus muros, os invito a liberar al león en su inquietante presencia, a devolverle la majestuosidad que la vanidad del hombre ha confinado tras los barrotes. Sí, las ideas deben salir a la calle, manifestarse en forma del arte, de música, de gestos,... quizás vencer esa saturación de los mass media que nos empujan aún más a lo artificial y a lo superfluo... quizás tambien tomandose un momento para reflexionar en torno a todo esto... En fín, en eso estamos...

Un saludo!