Pudiera parecer que el sentido del arte se desvirtúa, que las personas no somos capaces de apreciar lo bello y lo bueno. No es cierto.
Lo que entendemos como arte, como verdadera maestría, no es el fruto solamente de la espontaneidad y el genio. Las autenticas "obras maestras" son fruto de la paciencia y el cultivo de esa brillantez a lo largo del tiempo. Esta es la esencia del verdadero artista.
La genialidad se manifiesta en el continuo desarrollo de la habilidad, dominándola, con paciencia, con gusto, con entrega; profesándole un verdadero amor, reinventandola hasta que se es capaz de jugar con ella, hasta que forma parte de uno mismo. La mente del hombre indaga en una parte del mundo y luego que busca y sondea de mil maneras distintas a cerca de ello, toma forma, lo expresa y en esa forma de expresión se condensan todos esos matices y detalles que componen su obra y cuando llega al final ni él mismo es capaz de atreverse a tocarla.
He aquí la esencia del verdadero arte, que no busca la admiración ni tiene otras pretensiones que las de materializar todo ese conocimiento profundo a través de una habilidad adquirida y trabajada. E = mc² es sublime, es prodigioso, es un David de Miguel Ángel, Chichén Itza, un Rioja, Hamlet, una alfombra de Morón, un fórmula 1, son el fruto de la maestría y la genialidad, de la mano y la experiencia del hombre, de su dedicación plena y su esfuerzo; verdaderas obras de arte.
Lo que entendemos como arte, como verdadera maestría, no es el fruto solamente de la espontaneidad y el genio. Las autenticas "obras maestras" son fruto de la paciencia y el cultivo de esa brillantez a lo largo del tiempo. Esta es la esencia del verdadero artista.
La genialidad se manifiesta en el continuo desarrollo de la habilidad, dominándola, con paciencia, con gusto, con entrega; profesándole un verdadero amor, reinventandola hasta que se es capaz de jugar con ella, hasta que forma parte de uno mismo. La mente del hombre indaga en una parte del mundo y luego que busca y sondea de mil maneras distintas a cerca de ello, toma forma, lo expresa y en esa forma de expresión se condensan todos esos matices y detalles que componen su obra y cuando llega al final ni él mismo es capaz de atreverse a tocarla.
He aquí la esencia del verdadero arte, que no busca la admiración ni tiene otras pretensiones que las de materializar todo ese conocimiento profundo a través de una habilidad adquirida y trabajada. E = mc² es sublime, es prodigioso, es un David de Miguel Ángel, Chichén Itza, un Rioja, Hamlet, una alfombra de Morón, un fórmula 1, son el fruto de la maestría y la genialidad, de la mano y la experiencia del hombre, de su dedicación plena y su esfuerzo; verdaderas obras de arte.
2 comentarios:
Muy bueno el post, lo que más me llegó fue"...cuando llega al final ni él mismo es capaz de volver a tocarla."
Aysss la paciencia y constancia pese al talento innato es importante, aunk el genio creativo y el talento pueden improvisar bocetos de eternidad, todo es relativo no? XDXDXD
Pero sí, tal como lo expresas el arte nos rodea, tambien en la capacidad de ver todo lo potencial, y traerlo a nuestro plano...unos lo abstraen, otros lo realizan, otros lo perfeccionan.Yo admiro esa capacidad de abstraer así como la imaginación. ¿Qué preferirías ser Julio Verne o Miguel Angel? yo me kedo kizá con Leonardo, tan versátil¡¡¡ :)
Ya me enrollé, un saludo.
Hola!
No sabría por cual decidirme y lo cierto es que los dos tocaron campos bien distintos. Entre una poderosa y muy talentosa imaginación y un gusto por el realismo extremo (cada músculo, cada mirada,..) creo que me quedo con la pasión que los dos demostraron hacia su oficio. Eso es lo que he querido reflejar en el post. Lo importante, no es lo que elijas, sino que ames aquello que has elegido. Ser un maestro del realismo o de la inventiva requiere un dominio profundo del tema, un vivir para ello. Creo que el más valioso ejemplo que sacamos de todos estos genios es la dedicación plena a su oficio, es algo que me inspira a ser tambien un Miguel Ángel o un Verne de mi oficio.
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