Quizá haya otras interpretaciones pero, personalmente, definiría la idolatría como un profundo “amor” hacia los símbolos olvidando (por otra parte) las “cosas” a las que representan. Esta es sin duda una tendencia peligrosa porque el respeto a los símbolos no debiera ser en ningún caso superior al que se siente por aquello que “significan” o dan significado. Si uno se jacta de amar u odiar un símbolo debiera también hacerlo de conocer en profundidad aquello a lo que, valga la redundancia, simboliza y debiera amar u odiar mucho más.
1 comentario:
Cierto, es como en las religiones, si te pierdes en la letra k te ayuda a llegar a la esencia, pierdes la esencia, y deja de tener sentido, los caminos son otros y tambien los resultados.
De sobra conocida la anécdota de los miembros del sanedrín k no tragaban saliva pork ayunaban, la pauta de "el espíritu de la ley" casi siempre es pasada por alto, en este ejemplo en particular la esencia de ama a tu projimo como a tí mismo -obviando la profundidad y dificultad de llevarlo a cabo en toda su extensión, y me viene gandhi a la cabeza al mencionarlo, y las multiples situaciones k rekieren de metodos k no parecen a priori comulgar con ello- se ha ignorado tanto como diferencias hay entre las profundidades e interpretaciones de las personas, a veces los árboles no nos dejan ver el bosque...y nos perdemos.
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