miércoles, 4 de febrero de 2009

Lo que cada uno llevamos dentro


Las soluciones que aportamos a los problemas están fuertemente sujetas al contexto. En un momento inicial de esta crisis internacional que vivimos, por ejemplo, nadie plantearía una solución xenofoba al problema del desempleo; sin embargo cuando las circunstancias arrecian, la sociedad empieza a percibirla como válida. Comenzamos a considerar justificado el trato prioritario, el endurecimiento de la política de residencias e incluso la expulsión.

Este hecho pone de manifiesto algo muy propio del ser humano. Las dificultades (no sólo cuando se trata de circunstancias adversas generalizadas como es el caso) sacan lo mejor y lo peor que cada uno llevamos dentro. Esto nos debe hacer reflexionar sobre nuestra postura en estas cuestiones y considerar si nuestro punto de vista se rige por nuestra convicción o movido por las circunstancias.

Debemos de considerar que el temporal tarde o temprano se acaba, pero la imagen que dejamos al mundo y a las personas que nos rodean siempre permanece imborrable. Si fuimos considerados en la adversidad, si fuimos ayudados o ayudamos, si nos mantuvimos firmes en nuestros principios eso jamás se olvida. Si por el contrario nos movimos buscando nuestro propio provecho debemos estar dispuestos a admitir que, llegado el momento, también a nosotros se nos dé de lado.

Esta es una época de descubrir lo que cada uno llevamos dentro.

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