- ¿Qué le sirvo?
- Pues..., la verdad..., no lo sé...
El problema de la elección es habitual en nuestras vidas y, en ocasiones, no es tan simple como "lentejas o habichuelas". A pesar de ello todas tienen algo en común: el criterio.
La conversación anterior pone de manifiesto dos deficiencias claras en la capacidad de elección. La primera de ellas es obvia: la falta de criterio. Si no se lo que quiero, difícilmente podré decidir sobre mis apetencias. La segunda es menos obvia y no tiene tanto que ver con uno mismo sino, un poco más, con nuestra actitud hacia el resto. Es importante considerar que nuestras elecciones afectan a los demás y que no tiene sentido intervenir si aún no hemos hecho elección.
La conversación anterior pone de manifiesto dos deficiencias claras en la capacidad de elección. La primera de ellas es obvia: la falta de criterio. Si no se lo que quiero, difícilmente podré decidir sobre mis apetencias. La segunda es menos obvia y no tiene tanto que ver con uno mismo sino, un poco más, con nuestra actitud hacia el resto. Es importante considerar que nuestras elecciones afectan a los demás y que no tiene sentido intervenir si aún no hemos hecho elección.
1 comentario:
:)Cuánta razón tienes, criterio y coherencia, instrumentos indispensables para utilizar el libre albedrío sabiamente, hacia nosotros mismos y sobretodo hacia los demás.Aunque nuestra sociedad está perdiendo valores y criterios a un tiempo. Me ha llamado la atención este post sobretodo por corresponderse con el poema de más arriba. Que tengas un buen día
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