Y fíjense que cada cual tenemos
nuestras pasiones pero a nuestro amigo con una economía ajustada le
diríamos: “No te compres ese cochazo” y al otro que lleva
la pierna rota: “Deja la maratón para otro día”.
Quizá alguno de ustedes se sienta
identificado y estarán de acuerdo conmigo en que las pasiones son
importantes. Sin duda son y han sido el motor de muchos hitos extraordinarios en la historia de la humanidad. No obstante habrá quien
hoy por hoy diga: “ojala no me hubiera comprado ese coche...”
o “si no me hubiera obcecado correr la maratón...”. Porque
sobretodo uno debe entender cuál es la finalidad de su gesta y
seguir adelante solo si el fin se merece el más desafortunado de los desenlaces.
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